¡Hola amig@s!
Hace rato que no escribía, pues estaba de vacaciones en la
isla Friendship. La verdad que es bueno desconectarse , consumir psicotrópicos, y tomarse al seco
toda la plata que le choriaste a tu vieja sanamente con las marcianas amigas
de Salfate, pero sentí que necesitaba volver a la vida real, y estoy de vuelta.
Tanta distorsión es lo que más deseo y de seguro ustedes también a veces no hace bien.
La entrada de hoy se titula “laguna”. No es laguna en el
sentido que no hay ley aplicable al caso, sino que es otro tipo de laguna que
es muy hichacocos y se manifiesta a la hora de estudiar: es la laguna
cognitiva, es esa materia que pensábamos que sabíamos y en verdad no sabíamos,
o aquella que simplemente jamás supimos supinamente. Les cuento algo: eso es
una mierda, con todas sus letras.
¿Qué implica una “laguna”? Estudiar toooooooodo un curso
completo, muchas veces con la menor idea o noción de lo que se trata, pues fue
como si justo después de pasar el ramo te formatearan el cerebro. Cuando tuve
que estudiar, estaba impresionado de todo lo que se me había olvidado de
algunas materias… Impresionante la cuestión y la puta que parió, pensaba
yo.
Las causas de una laguna son muchas veces ligadas al docente:
haber tenido un profesor que justo ese semestre le salió un viaje al extranjero
y dejó al ayudante más ahueonao’ que pudo escoger; o que el mismo profesor haya
sufrido un quiebre emocional, así como un hijo inesperado fuera del matrimonio estando
casado o no, o porque su señora lo engaño faenándose a todos los
jugadores de fútbol de un equipo de fútbol de la primera B en la misma noche;
o te tocó un profesor que, pese a ser un genio, tenía las mismas aptitudes docentes
que un cajero automático, etc… La laguna también pudo haber sido tu propia
responsabilidad, pues justo ese año te largaste a la vida a tomar más que
Paul Gascoigne, o quizá tuviste un mal año como cualquiera lo puede tener con
mal sexo, o de frentón, culiando menos que Sor Teresa, quien sabe… La cosa
es que ese semestre no le pusiste toda la atención necesaria al ramo, por
alguna extraña razón pasaste, y llegas a estudiar al examen de grado cachando
sólo una cosa: no cachas una.
Para superar la laguna no hay receta más que estudiar,
estudiar más y a fondo esa puta materia. Deberás ponerle más atención que a un@
polol@ pitiad@, farmacodependiente, con baja
autoestima y celos patológicos, y ya está. Es una super mieeeeeeerda hacerlo,
pero qué más da, podría ser harto peor.
Generalmente la gente que paga interrogadores recibe apuntes
para pasar piola con las lagunas. La verdad es que sirven por lo que he visto,
y son como una suerte de fideos chinos instantáneos que te salvan del hambre
mientras sales a tomar aire a la hora de almuerzo pa’ desconectarte de la
biblioteca. Todo salva a la hora de pasar esta mierda.
Otro día les escribo más. Espero que hayan servido de algo
estas líneas. Ojalá que más que las que se tiraba Amy Winehouse.
¡Abrazos amig@s!