miércoles, 7 de agosto de 2013

Laguna

¡Hola amig@s!

Hace rato que no escribía, pues estaba de vacaciones en la isla Friendship. La verdad que es bueno desconectarse  , consumir psicotrópicos, y tomarse al seco toda la plata que le choriaste a tu vieja sanamente con las marcianas amigas de Salfate, pero sentí que necesitaba volver a la vida real, y estoy de vuelta. Tanta distorsión es lo que más deseo y de seguro ustedes también a veces no hace bien.

La entrada de hoy se titula “laguna”. No es laguna en el sentido que no hay ley aplicable al caso, sino que es otro tipo de laguna que es muy hichacocos y se manifiesta a la hora de estudiar: es la laguna cognitiva, es esa materia que pensábamos que sabíamos y en verdad no sabíamos, o aquella que simplemente jamás supimos supinamente. Les cuento algo: eso es una mierda, con todas sus letras.

¿Qué implica una “laguna”? Estudiar toooooooodo un curso completo, muchas veces con la menor idea o noción de lo que se trata, pues fue como si justo después de pasar el ramo te formatearan el cerebro. Cuando tuve que estudiar, estaba impresionado de todo lo que se me había olvidado de algunas materias… Impresionante la cuestión y la puta que parió, pensaba yo.

Las causas de una laguna son muchas veces ligadas al docente: haber tenido un profesor que justo ese semestre le salió un viaje al extranjero y dejó al ayudante más ahueonao’ que pudo escoger; o que el mismo profesor haya sufrido un quiebre emocional, así como un hijo inesperado fuera del matrimonio estando casado o no, o porque su señora lo engaño faenándose a todos los jugadores de fútbol de un equipo de fútbol de la primera B en la misma noche; o te tocó un profesor que, pese a ser un genio, tenía las mismas aptitudes docentes que un cajero automático, etc… La laguna también pudo haber sido tu propia responsabilidad, pues justo ese año te largaste a la vida a tomar más que Paul Gascoigne, o quizá tuviste un mal año como cualquiera lo puede tener con mal sexo, o de frentón, culiando menos que Sor Teresa, quien sabe… La cosa es que ese semestre no le pusiste toda la atención necesaria al ramo, por alguna extraña razón pasaste, y llegas a estudiar al examen de grado cachando sólo una cosa: no cachas una.

Para superar la laguna no hay receta más que estudiar, estudiar más y a fondo esa puta materia. Deberás ponerle más atención que a un@ polol@ pitiad@, farmacodependiente,  con baja autoestima y celos patológicos, y ya está. Es una super mieeeeeeerda hacerlo, pero qué más da, podría ser harto peor.

Generalmente la gente que paga interrogadores recibe apuntes para pasar piola con las lagunas. La verdad es que sirven por lo que he visto, y son como una suerte de fideos chinos instantáneos que te salvan del hambre mientras sales a tomar aire a la hora de almuerzo pa’ desconectarte de la biblioteca. Todo salva a la hora de pasar esta mierda.

Otro día les escribo más. Espero que hayan servido de algo estas líneas. Ojalá que más que las que se tiraba Amy Winehouse.

¡Abrazos amig@s!